Con la participación del Gobernador Electo Alfredo Cornejo, el rector de la UNCUYO Ing. Daniel Pizzi, Jaime Correas, titular de la DGE propuesto, Juan Rojas de Fundación UOCRA, Daniel López de SMATA, Marcel Peralta de la Agencia de Empleo y Formación Profesional de la Provincia de Córdoba, especialistas de Fundación Lemos, entre otros, se llevó a cabo una reunión técnica con el fin de trabajar en medidas concretas que contribuyan a aggiornar la educación para adecuarla a la demanda del sector productivo.

Alfredo Cornejo aseguró que la voluntad política del próximo gobierno es hacer los cambios necesarios para mejorar la educación técnica y agregó  que “Estamos a mitad de camino con lo que demandan las nuevas empresas. El Estado debe reformatearse para asumir que cambia la demanda y la oferta laboral”, añadió y se comprometió a ajustar la oferta de las capacitaciones que se ofrecerán entre todos. De ahí la reunión y el compromiso que hicieron todos los asistentes para trabajar mancomunadamente.

El Gobernador electo explicó que la educación y capacitación técnica adecuada a la demanda va a ser la principal herramienta para combatir la pobreza. “Tener un trabajo es el mejor instrumento para el crecimiento colectivo de una sociedad”, aseguró.

Por su parte, Pizzi aclaró que la iniciativa busca promover el diálogo social, en sintonía con el Plan Estratégico de la UNCUYO. El rector se refirió a la necesidad de la Universidad de hacer un esfuerzo y “salir a la calle”. Y definitivamente poner todos los recursos al servicio de la comunidad y a solucionar sus problemas y necesidades. 

Principales consideraciones acordadas en la reunión de trabajo de Educación Técnica Profesional: 

• La educación técnico profesional está dentro del sistema educativo pero necesita una mirada diferente para ser de calidad. Necesariamente su estructura y lógica de funcionamiento debe fundamentarse en el diálogo social entre el sector educativo, el sector del trabajo y el sector empresario.
• La formación técnica debe tener una doble pertinencia, por un lado para el mundo productivo, respondiendo a los estándares de innovación tecnológica y, por el otro, para el sujeto del aprendizaje en lo que hace al reconocimiento de sus necesidades y proyecciones personales.
• Dada la gran fragmentación en la enseñanza de la educación técnica profesional es necesario que el sistema trabaje fuertemente ofreciendo oficios, capacitaciones, tecnicaturas que estén pensadas, diseñadas y articuladas con el mundo de la producción y el trabajo. Es clave tener una mirada sectorial y territorial, y priorizar entre Estado y sociedad, cuáles son los sectores productivos que van a ser factor de desarrollo provincial.
• Las acciones de capacitación deben estar articuladas en función de las necesidades territoriales de la Provincia y de las prospectivas de futuros empleos en base a planificaciones de largo plazo.
• Todo programa debe contemplar desde el momento de su diseño instrumentos para realizar evaluaciones de impacto. En muchos casos sucede, sobre todo cuando se habla de educación, que el impacto detectado es mucho menor, proporcionalmente a los recursos asignados, pero es alentador saber que ese impacto va aumentando a medida que el tiempo transcurre.