Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Maria Arribillaga “Lo que me brindó el ITU no sólo me sirvió para mi trabajo sino también para la vida, y eso me ayudó a salir adelante”

A partir de un evento desafortunado, María Arribillaga tomó el mando de la empresa familiar y hoy administra a más de 30 productores agrarios.

imagen Maria Arribillaga "Lo que me brindó el ITU no sólo me sirvió para mi trabajo sino también para la vida, y eso me ayudó a salir adelante"

Egresada de la Tecnicatura en Gestión de Empresas de la sede en General Alvear, hoy se ocupa del cuidado y mantenimiento de ganado bovino propio y de más de 30 productores. Su ardua tarea incluye atención de los animales en el campo, vacunación, relaciones públicas con los productores asistiéndoles en la diversidad de necesidades e intereses que cada uno presenta, entre otras.

El campo se encuentra ubicado a casi 100 km de La Mora, lo que se traduce en muchas horas de viaje, gran esfuerzo en el manejo y ejecución de gestiones que el rubro amerita y experticia en la comunicabilidad diaria con sus clientes -los productores- en tanto tutela constante de sus bienes, que son sus animales. Refiere a ello que el valor diferencial de su servicio es la confianza construida y sostenida -posterior al pase de mando de su familia a ella- y el dar lo mejor ante las necesidades que van presentando sus clientes para sostener el estrecho vínculo con ellos y para sostener la continuidad del negocio.

Describe su perfil, antes de hacerse cargo de su negocio, como un perfil pasivo, sin espíritu emprendedor o intención de tener un espacio de trabajo propio y sin responsabilidades vinculadas a dinámicas autogestivas. “En el ITU absorví todas las herramientas que me brindaron pero desde un pensamiento en relación de dependencia y cuando me tocó hacerme cargo del negocio familiar, me tocó dar vuelta ese pensamiento 180 grados entendiendo que ahora la que se tenía que hacer cargo era yo”. Pone el acento en que para ejecutar esta actitud se valió de las herramientas que recibió de su formación en el ITU, la cual abarcó tanto insumos teóricos como prácticos que le permitieron saber posicionarse frente a este nuevo desafío y tomar el mando del mismo con la nueva actitud e impronta que la situación requería.

“El ITU significa para mí un hogar”, expone, y agrega que ha tenido la experiencia de haberse formado en otras instituciones terciarias y hay vasta distancia entre ellas y esta casa de estudios. Explica que desde el personal administrativo, no docente hasta profesores y autoridades se presentan dispuestos a dar lo mejor, enfocándose en el bienestar del cuerpo de estudiantes. Destaca la contención recibida y las herramientas adquiridas.

Como recomendación a actuales y potenciales estudiantes del ITU les dice que perseveren en sus estudios y sobre todo que aprovechen los diversos beneficios que el ITU ofrece, como proyectos de movilidad, visitas exploratorias a diversas empresas -vinculadas al ITU a partir de amplios convenios- e intercambios estudiantiles. Enfatiza en el prestigio y el renombre y, sobre todo, en la calidad educativa que cualquiera de sus sedes ofrece.

Respecto a proyectos futuros, afirma que pretende seguir estudiando. La carrera en la que se formó la supo abastecer en aspectos administrativos, contables, financieros, logísticos y personales también. Debido a ello, reconoce que es muy importante seguir formándose en profesionalismo y especializaciones.

 

Fotos

Contenido relacionado