Tomó contacto con el ITU desde diferentes aristas y referentes, y en 2010, luego de una vasta experiencia en direcciones ejecutivas de empresas privadas, decide volver a la docencia, y lo hace eligiendo esta institución educativa en particular, teniendo presente y como impulso la experiencia transformadora que vivieron sus colegas. Y alega “eso no ocurría en otras facultades, en otras unidades académicas, así lo conocí, y así me enamoré”.
Desde su perspectiva, a nivel personal, explica que el ITU fue el espacio laboral que mayor dicha le trajo, y que lo tiene el alta estima por ello, afirma que es lo importante ya que es lo que trasciende. Desde una perspectiva institucional pone el valor la formación docente que instala este brazo académico y que, a la vez, es su sello, en tanto se trata de educadores con alto nivel humano y gran experticia en disciplinas pedagógicas en la transmisión de conocimientos. En última instancia, es escala de virtudes de esta casa de estudios, Eduardo Ferrer destaca la territorialización. “La imbricación única del ITU en muchos lugares como brazo de la Universidad de Cuyo real, inserto en la comunidades del interior de la provincia, sobre todo en condiciones de ruralidad”.
Respecto a los nuevos desafíos que enfrenta el ITU a partir de ahora, Eduardo recalca la oferta educativa de carreras cortas a la comunidad en relación a otras trayectorias más largas de otras casas de estudio y destaca, como un camino estratégico, la necesidad de posicionamiento del ITU -frente al proceso de acortamiento de las carreras de grado de otras unidades académicas y la oferta de tecnicaturas de grados superiores de la DGE- orientado a seguir atrayendo matrícula. Como otro desafío señala la necesidad de adaptación del ITU de sus nuevas carreras dentro de la economía del conocimiento, en boga, y el aggiornamiento o actualización de las ya vigentes dentro de esa misma lógica.
En este sentido, cuidar que los estudiantes puedan permanecer en sus puestos de trabajo en sus lugares de residencia, respondiendo a que la economía del conocimiento no se da de forma igualitaria en todo el territorio. Atendiendo a las necesidades del mercado, continuar en la revalidación constante de la integración del ITU con su comunidad y territorio. En sus declaraciones dio cuenta del sello característico de esta institución en relación al compromiso social y al sentido de pertenencia. “Tenemos que seguir el camino de la actualización de carreras pero también sostener el perfil que lleva a estar preocupados por la contención social de nuestros alumnos.”
Ante la posibilidad de brindar algún consejo a estudiantes y/o docentes del ITU Eduardo refirió “ningún consejo. A mis compañeros de trabajo les diría que intenté hacer lo mejor que pude, intenté dar lo mejor, me equivoqué, pero siempre tuve a alguien al lado que me hizo ver que me estaba equivocando”. Sostiene la importancia del acompañamiento, pedagógica y didácticamente en sus prácticas y que tal experiencia le llevó a transitar su paso por esta casa de estudios con humildad y disfrute. Una sugerencia clave que brindó es colocar a las labores docentes una impronta de amor y cariño además de inteligencia.
Finalmente, hacia los estudiantes aporta la convicción de que no se dejen sabotear por la voz interna de las mismas inseguridades. “He visto revoluciones personales tremendas, de personas con muchas carencias que hoy son empresarios, y fueron alumnos”.
