El vínculo entre los mundos educativo y laboral es necesario e insoslayable; no obstante, ambos suelen encontrarse desconectados y descolgados de la coyuntura y del contexto siempre cambiantes.
Unas de las soluciones a esta brecha entre la educación superior y la sociedad del trabajo son las Microcredenciales: acreditaciones que certifican trayectos de formación cortos, flexibles, actualizados y efectivamente pensadas para la rápida inserción socio laboral de la persona.
¿Por qué son necesarias las Microcredenciales?
Desde hace un tiempo a esta parte, existe una marcada fisura entre la demanda de ciertos perfiles que necesita el mercado laboral y la oferta de éstos formados en la educación superior.
Asimismo, las nuevas generaciones poseen una mirada más cortoplacista respecto del cumplimiento de sus expectativas, intereses, proyecciones de estudio y de trabajo.
Este escenario complejo e incierto conlleva un desafío, que debe ser traducido en clave de oportunidad para: pensar, articular y crear nuevas posibilidades desde lo educativo.
Desde este nuevo paradigma de la vinculación entre academia, trabajo y la cultura del aprendizaje continuo, el Instituto Tecnológico Universitario (ITU), desde agosto de 2.022, a través de su Centro de Oficios, diseña y ofrece Microcredenciales.
Concretamente, estas certificaciones alternativas generan la posibilidad de construir nuevos itinerarios de enseñanza y aprendizaje a nivel de la educación no formal para llegar con prontitud a los requerimientos reales y actuales en los niveles social y laboral.
Una propia ruta de aprendizaje
Las Microcredenciales son titulaciones de cursos breves, actualizados e intensivos, que expresan un logro de aprendizaje en un saber específico que intenta responder a las demandas del mercado laboral.
Estos certificados buscan dar una respuesta a los nuevos intereses y a las cambiantes motivaciones y expectativas de jóvenes que desean acreditarlos, a través de un formato de módulos articulados, adaptados y flexibles a los tiempos y a los ritmos variables de la vida.
Esta propuesta formativa ofrece la posibilidad de diseñar una propia ruta de aprendizaje, mediante la articulación de diferentes cursos en lo técnico-profesional, que, en un máximo de 24 meses, pueda acreditar entre 120 a 200 horas, certificando conocimientos, habilidades y competencias.
Una arista importante de este instrumento de formación no formal, por su naturaleza, invita al diálogo, la colaboración, la articulación y la integración entre el sector gubernamental, el académico y el socio-productivo, con el fin de permitir la gestación de un ecosistema de formación que promueva y movilice el proceso de enseñanza y de aprendizaje a lo largo de la vida.
Sin lugar a dudas, supone una forma de atender y comprender la demanda de la sociedad y del sector productivo sin perder de vista los objetivos últimos que tiene la Universidad: formar personas capaces de ejercer una ciudadanía idónea, responsable y comprometida con y para la sociedad en la que viven.
El ITU y su prueba piloto de microcredenciales
A lo largo del segundo semestre de 2.022, desde el Centro de Oficio de ITU, se proyectaron e implementaron experiencias pilotos de Microcredenciales, las cuales se materializaron en 18 cursos, en formato virtual y presencial, con 321 inscripciones en trayectos formativos en:
-Marketing Digital;
-Lenguajes de Programación;
-Diseños de Piezas 3D;
-Agro 4.0.
El 91% de las personas inscriptas certificó sus conocimientos y habilidades en estos itinerarios de aprendizaje cortos e intensivos.
La implementación de esta interesante experiencia en versión beta fue posible por la labor articulada y colaborativa con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), Módica Motos, Bodega Trapiche, Film Andes y Distrito 33 -a través de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza-; todas ellas instituciones financiadoras de estas instancias formativas.
Además, se habilitaron espacios de diálogo y mesas de trabajo con distintos actores provenientes de la construcción en seco, de bodegas locales, de sindicatos; tales como, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y de Vialidad Nacional, para trabajar el diseño de perfiles de oficio y laborales que necesitan cada uno de dichos sectores en vías de planificar futuros trayectos formativos.
Desde febrero de este año, se sigue trabajando las mismas líneas de formación técnica, con interesante repercusión en las inscripciones y en demandas territoriales dentro de los tres oasis de Mendoza.
Asimismo, en el marco de la actualización de planes de estudio de todas las carreras técnico profesional que ofrece el ITU, se está trabajando en el reconocimiento de los créditos que otorgan estas unidades de aprendizajes breves y modulares de las Microcredenciales. De esta forma, se abre un camino de doble vía para quien así lo desee, continuar profundizando conocimientos, habilidades y competencias en un área de formación tecnológica.
Este importante trabajo, que se va concretando y afianzando paso a paso en el ITU UNCUYO, se sustenta en una perspectiva de la cultura del aprendizaje continuo y en la convicción de construir una red de condiciones que favorezcan la formación en el trabajo.
Se trata de una co-creación entre la academia, los sectores de la matriz socio-productiva y el gobierno, con la mirada puesta en dialogar y llegar a puntos de encuentros que se traduzcan en respuestas concretas a la sociedad.