Este 26 de noviembre, día en que se celebra la labor del personal no docente, ITU UNCuyo rescata la trayectoria de Miriam Blanco, quien trabaja en nuestra Casa de Estudios desde 1.992, destacándose por su compromiso y apoyo incondicional.
“El ITU es una familia y es mi segunda casa”, afirmó.
Dentro de poco, Miriam cumplirá 30 años como parte de la familia no docente del ITU. Siendo el legajo número 13, se ha desempeñado en diversas áreas y ha ido creciendo a la par de nuestra Institución.
“Siempre me ha gustado ayudar, colaborar, asistir, y si alguien venía con una pregunta siempre he tratado de ayudarle”, expresó al consultarle sobre qué implica esto de ser parte del equipo del personal no docente.
En relación a la esencia de su trabajo como personal no docente, aportó una analogía gráfica y contundente: “Nosotros somos los engranajes del reloj; es decir, las piezas que no se ven, pero que hacen que las agujas del reloj se muevan”.
Al hacer un repaso por su historia, Miriam recordó que apenas salió de la escuela secundaria, encontró en el ITU una posibilidad de trabajo y también de estudio. Sus primeros pasos fueron como secretaria, telefonista, asistente, trabajos de diseño, manejó uno de los primeros sitios web; hasta que, en la actualidad, pasó a formar parte del Departamento de Sistemas Informáticos de nuestra Casa de Estudios.
Sobre su formación, reveló: “Soy muy autodidacta, todo lo que sé sobre los programas de informática lo aprendí sola. Me gusta investigar. Me gustan las máquinas. Cuando alguien me pregunta algo que no sé, le digo que me espere; lo investigo y luego trato de ofrecerle una respuesta”.
A propósito de su gusto por las máquinas, en 2.010, a base de esfuerzo y voluntad, pudo recibirse como Técnica Universitaria en Redes y Telecomunicaciones en el ITU. “Recuerdo este momento como un gran paso que me permitió poder ser parte, hoy, del área de Informática”, contó Miriam.
“Si me preguntás qué es el ITU para mí, te digo que es una familia, que es mi segunda casa. Que somos generosos entre nosotros, nos ayudamos y las cosas salen; que estamos amalgamados. Es, sin dudas, la segunda parte de mi vida”, concluyó Miriam.